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La digitalización del sector salud: ¿ficción, presente o futuro?

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La digitalización del sector salud: ¿ficción, presente o futuro?

Se estima que el mercado mundial de salud digital superará los 600.000 millones de dólares para 2027.

Por: L. Martín

Aplicar gafas de realidad virtual en las curas o tratamientos de fobias, realizar cirugía robótica para intervenciones poco invasivas, los implantes impresos con tecnología 3D o las aplicaciones que monitorizan enfermedades crónicas ya son una realidad en los hospitales. Al menos en los más avanzados tecnológicamente. La pandemia del coronavirus dejó huella en la manera en que se entiende la atención médica y sanitaria, ayudando a constatar la eficacia de la telemedicina y las herramientas tecnológicas aplicadas al sector en momentos de colapso sanitario. “El distanciamiento social obligó a los hospitales a pasar rápidamente a la atención virtual y a confiar cada vez más en las tecnologías avanzadas como la computación en la nube, las telecomunicaciones 5G y la inteligencia artificial”, afirma el informe ‘2022 Global Life Sciences Outlook’ de Deloitte. Un paso esencial para un futuro en que el consumidor sea más dueño de su enfermedad, para el análisis de los datos médicos y para la prevención.

Con la digitalización en la atención primaria, se pueden abordar aspectos como el envejecimiento poblacional y el aumento de enfermedades crónicas, “la escasez de personal, la equidad en la asistencia o el tiempo de las consultas”, explica Iñaki Moreno, socio responsable del sector de ‘life science y healthcare’ de Deloitte en España. Se estima que el mercado mundial de salud digital superará los 600.000 millones de dólares para 2027, según datos de la consultora Global Market Insights. Un crecimiento que envuelve debates abiertos en torno a aspectos como el mantenimiento de la calidad de la atención presencial o la seguridad en la protección de datos.

Manejo de la información

“Gran parte de la transformación de la sanidad va asociada a la captura y tratamiento de gran cantidad de datos del paciente y al empleo de tecnología”, cuenta Moreno. “Cuanto más intensiva y dependiente es la prestación de los datos, más importancia toma la protección, no solo para salvaguardar la privacidad, sino también para preservar la vida. ‘Hackear’ un dispositivo móvil de un paciente puede poner en riesgo la vida del mismo”, comenta también.

Se espera que la tecnología transforme la forma de diagnosticar, permita la personalización de tratamientos y que identifique factores de riesgo y posibles efectos secundarios de medicamentos, además de mejorar los resultados y la productividad del sector salud. Con esta evolución, para 2025 -y según el artículo ‘La aceleración de la digitalización en salud’ de Deloitte- el hogar se convertirá en el lugar habitual para el cuidado y seguimiento rutinario de la salud, y los hospitales estarán reservados para el “tratamiento especializado, la traumatología y las emergencias”. Además, más del 70% de los españoles realizarán consultas por conexión video y los pacientes estarán mejor informados sobre posibles enfermedades. Entonces, ¿cómo será el hospital del futuro?

Sin paredes, digital, innovador, eficiente, accesible e integrado son algunas de las características que se podrán ver en unos años. “En los centros hospitalarios del futuro, la atención brindada fuera del hospital será tan segura y confiable, si no más, que la brindada en persona”, concluye el estudio de Deloitte ‘Hospitals in the future 'without’ walls’. Pero, para resolver el desafío de los datos se necesitará pensar en la atención virtual y el hospital del futuro como parte esencial del sistema y no solo como un complemento. A su vez, habrá especial atención por reducir la huella de carbono y sus trabajadores dispondrán de habilidades como la codificación, las ciencias del comportamiento, el análisis y la visualización de los datos. Y, sobre todo, irá adaptándose a las tecnologías emergentes, como la robótica o las cámaras inteligentes.

Un rol clave en los fondos europeos

En este contexto, España se prevé que en los próximos diez años cambie sustancialmente su forma de entender la salud. Y eso será, en gran parte, gracias a los fondos europeos. “Hacer todo el cambio requiere de una inversión muy importante y los fondos europeos jugarán un rol clave”, añade Moreno. El Plan INVEAT será la mayor inversión con cargo a los fondos europeos ‘Next Generation EU’ del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio de Sanidad y facilitará la renovación o ampliación de más de 850 equipos del parque tecnológico sanitario de todo el país. Entre los equipos hay aceleradores lineales, equipos de PET-TC, Braquiterapia, Radiología Vascular y Neurovascular Intervencionista, salas de Hemodinámica, equipos de Tomografía Computarizada y de Resonancia Magnética. De hecho, el Gobierno ha creado el PERTE para la salud de vanguardia, dentro del cual ocupa un lugar destacado la medicina de precisión.