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La industria agroalimentaria encara la revolución digital

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La industria agroalimentaria encara la revolución digital

España se posiciona como tercer país del mundo por su ecosistema tecnológico en el sector según el número de empresas

Por: L. Martín

El sector agroalimentario sufre una alza en los costes de producción y el conflicto bélico en Ucrania solo agrava la situación. Sin embargo, la industria parte de una solidez importante en España. Las exportaciones agroalimentarias avanzaron un 11,6% en 2021 respecto al año anterior. Entonces, el país se situó como la sexta economía que más empleo aporta al sector en Europa, con un 10,4% del total, según el ‘Observatorio sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo’. Y una de las ventajas para lograr sobresalir en competitividad y que ayuda a combatir la inflación es su ecosistema tecnológico, que se posiciona como tercero en importancia en el mercado mundial por número de empresas, solo por detrás de EEUU y la India. Entonces, ¿cómo la industria de la agroalimentación adopta las nuevas tecnologías?

Predecir plagas, mejorar la eficiencia del riego, poder utilizar la interpretación de imágenes para ver la floración del cultivo, utilizar tractores autónomos para la poda. “Antiguamente se llevaban a cabo los mismos procesos pero no existían sensores ni robótica para automatizarlos”, explica Gabriel Anzaldi, director de desarrollo científico-tecnológico de Eurecat. Con la llegada de estos sensores, las técnicas de teledetección, los robots y la analítica de datos, los agricultores pueden gestionar mejor la fuerza de trabajo, ahorrar en costes, aminorar los residuos, ser más sostenibles y conseguir mejores prestaciones. “La información es poder y la capacidad para analizar los datos y entender el por qué de los márgenes de beneficios, el histórico de producciones y la situación de precios es clave”, según el responsable de negocio de alimentación alimentación de Eurecat, Ignasi Papell.

A pesar de los avances, el 80% de los agentes del sector hacen uso de las tecnologías comunes y un 30% utiliza las tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial o la computación en la nube, según ‘El Observatorio de la Digitalización en el Sector Agroalimentario’ elaborado por el Gobierno. Esto ocurre, en parte, porque el 95% de las empresas en el sector son pymes. Y es que la digitalización y el uso de las nuevas tecnologías depende mucho de las características de la explotación y su tamaño.

En conjunto, se trata de un sector clave para la viabilidad económica en España, alcanzando una cifra de 99.792 millones de euros, el 9,2% del producto interior bruto (PIB) del total de la economía española. “Estamos en una etapa de transformación digital en la agroalimentación y ahora entraremos en la revolución digital. Las pruebas piloto dejarán de serlo porque se ha roto la barrera de la concienciación y hay mucha predisposición para los cambios en este sentido”, añade Anzaldi. “A su vez, aparecerán modelos disruptivos de negocio causando profundos cambios estructurales a todas las escalas”, concluye Papell.

Desafíos agro

Uno de los retos más importantes hace referencia al crecimiento de la población y conseguir abastecerla. Y es que, los 8.000 millones de personas que hay actualmente en el mundo, podrían llegar a los 10.000 millones en 2050, en base a un estudio de la ONU. A su vez, se debe cumplir con los objetivos de sostenibilidad ambiental de las Naciones Unidas, que incluyen la reducción del 50% de la aplicación de fitosanitarios para 2030. “Hay un cambio generacional que viene produciéndose desde hace unos años, muy importante porque las nuevas generaciones son más proclives al despliegue de las nuevas tecnologías”, señala Anzaldi. La trazabilidad también se ha convertido en una herramienta necesaria para asegurar la transparencia de los mercados y la seguridad de los productos alimentarios. Consiste en seguir el rastro de los alimentos a lo largo de todo su proceso productivo y distribución, y es algo a lo que los productores deberán adaptarse también para progresar.

Disparador de la tecnología

Ante estos retos, existen múltiples oportunidades y mecanismos de ayuda públicos a disposición de los agentes interesados para facilitar su digitalización en el marco de los Fondos ‘Next Generation EU’ y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, como el Centro de Competencias Digitales, la Caja de Herramientas, la Red SiAR, el programa ACTIVA Industria 4.0 o la Oficina del Dato. “Los fondos europeos son fundamentales y uno de los ejes principales del PERTE Agroalimentario es la digitalización, por lo que se tendría que convertir en un disparador de ésta”, destaca Anzaldi. El Proyecto estratégico cuenta con una inversión pública de 1.002,9 millones de euros hasta 2023 y el Gobierno espera que cree cerca de 16.000 empleos. Se vertebra en tres ejes, el fortalecimiento industrial del sector agroalimentario, la digitalización y el I+D+i, mientras que se espera que incremente la competitividad del sector, la sostenibilidad, la trazabilidad y la seguridad alimentaria.