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La economía circular como necesidad empresarial

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El 84% de los líderes corporativos en fabricación y distribución ve prioritario crear estrategias con prácticas circulares

El 84% de los líderes corporativos en fabricación y distribución ve prioritario crear estrategias con prácticas circulares

Por: L. Martín

La coyuntura macroeconómica actual, con la inflación más alta en décadas y un aumento incesante de los tipos de interés, no provoca que las empresas quiten importancia a promover acciones en torno a la sostenibilidad. La reducción del consumo de materias primas, la reutilización y el reciclaje cobran impulso en un mundo en que el uso de materiales se ha multiplicado por cuatro en 50 años. Este ha pasado de 28,6 mil millones de toneladas en 1972 a más de 100.000 millones en 2021, según un informe de Circle Economy. La transición hacia la economía circular toma relevancia tanto para las administraciones como para las corporaciones, los inversores, los empleados y los consumidores.

“Con la economía lineal, los productos van en una sola dirección, convirtiéndose en residuos. La economía circular, en cambio, trata de intentar cerrar este ciclo para alargar la vida útil, evitando generar contaminación”, explica Fàtima Vidal, profesora de la UPF Barcelona School of Management. La economía circular es ampliamente conocida y lleva décadas evolucionando, pero “cada vez se ve más en los ecosistemas y agendas estratégicas empresariales”, explica Francisco Palao, fundador de Purpose Alliance y autor de ‘Impacto Positivo’. Prueba de ello es que, el 84% de los líderes empresariales de los sectores de fabricación y distribución ya considera prioritario establecer estrategias de economía circular para lograr un futuro sostenible, según el estudio ‘The State of the Circular Economy’, realizado por Sage.

En España, las prácticas más adoptadas por las compañías son la utilización de recursos renovables y la recuperación de recursos. “Hay un gran potencial de generación de valor en otras prácticas menos adoptadas como la extensión de vida útil o las plataformas de uso compartido”, que son aquellas que ofrecen productos para su uso temporal en régimen de acceso en lugar de en propiedad. Así lo afirman las empresas encuestadas por el estudio ‘Proyecto Economía Circular España’ elaborado por Accenture, que también revela que el 48% de las compañías buscan mejorar su rentabilidad a través de estas prácticas, mientras que un 52% busca mejorar su imagen o reducir riesgos y el 68% tiene ya objetivos y mecanismos de gobierno para la economía circular.

Se trata de una transformación que trae consigo innumerables oportunidades. “Las compañías, gracias a estas iniciativas, acceden a abundancia de oportunidades que no tendrían si no estuvieran orientadas a ese propósito. Hay un mayor valor para los clientes, los costes bajan y hay un sentido de la actividad más allá del producto o el servicio”, sostiene Francisco Palao. Últimamente, además, están habiendo muchos ‘venture capital’ e inversores en materia sostenible, que “solo invierten cuando ven que el proyecto aporta algo a la sociedad más allá del beneficio económico”, afirma Vidal. Por su lado, el consumidor concienciado busca este tipo de compañías y compara los productos para encontrar el más adecuado.

Otra vida para los recursos

Las corporaciones son conscientes de la importancia de responder de forma transparente a las crecientes exigencias de todos los grupos de interés. Algunos ejemplos que han adoptado esta apuesta por las siglas ESG (que hacen referencia a aspectos ambientales, sociales y de gobernanza) son: Nueva Pescanova con ‘Pescanova Blue’, que tiene iniciativas diseñadas para pautar y documentar el uso responsable y sostenible de los recursos naturales y la energía; Zalando, que ha creado una plataforma de ‘marketplace’ de ropa de segunda mano que permite dar otra vida a la ropa; o la empresa TooGoodToGo, que nació en 2016 para luchar contra el desperdicio de alimentos. “Las nuevas empresas con carácter innovador, normalmente, nacen con vocación en lo sostenible”, indica la profesora de la UPF. Para estos proyectos, la tecnología es clave a la hora de investigar, encontrar nuevas maneras de producir y renovar materiales.

Nuevos empleos

El gran alcance de la transformación sostenible requiere cubrir un gran número de puestos de trabajo especializados en esta área. La economía circular tiene potencial para crear unos 700.000 puestos de trabajo en Europa hasta 2030, de los que al menos un 10% podría generarse en España. Pero, para llevar a cabo todo esto, hará falta gran cantidad de perfiles especializados. Entre estos empleos, están los expertos en mantenimiento predictivo, responsables de materiales, expertos en reciclaje y consultores de sostenibilidad.

Movilización de capital

“Los fondos europeos serán un buen impulso para cambiar más prácticas en empresas”, destaca Vidal. Las inversiones previstas en España en esta área incluyen ayudas por valor de 492 millones de euros y movilización de recursos superior a los 1.200 millones hasta el año 2026 gracias a los fondos Next Generation EU. La mayor parte de las subvenciones se destinarán a sectores que abordan retos de sostenibilidad -como el textil, el del plástico y el de los bienes de equipo para las energías renovables-. Las ayudas también impulsarán el ecodiseño, la reutilización y gestión de residuos y la digitalización de las empresas “para mejorar la competitividad y la innovación”, afirma el Gobierno.