Cepsa y Vueling, aerolínea perteneciente al grupo IAG, han firmado hoy un acuerdo para acelerar la descarbonización del transporte aéreo mediante la investigación y producción de combustibles sostenibles para la aviación (SAF, por sus siglas en inglés). El desarrollo de estos combustibles sostenibles es una prioridad para ambas compañías como herramienta para continuar reduciendo la huella de carbono del transporte aéreo y contribuir a la lucha contra el cambio climático y la consecución de la Agenda 2030.

Estos combustibles se producirán a partir de materias primas circulares que no compiten con la alimentación, como aceites usados de cocina, desechos animales de uso no alimentario o restos biodegradables procedentes de distintas industrias, y permiten reducir las emisiones de las aeronaves hasta en un 80% respecto al queroseno convencional.

La alianza también contempla el desarrollo de nuevas alternativas energéticas, como el hidrógeno verde y la electrificación para las flotas terrestres de Vueling (vehículos para el suministro, las operaciones de carga y descarga de equipajes, o asistencia a los aviones, etc.).

Durante la firma de esta nueva alianza para impulsar la aviación sostenible, Carlos Barrasa, director de Commercial & Clean Energies de Cepsa, ha afirmado: “Acuerdos como el que hoy alcanzamos con Vueling siguen reforzando nuestro compromiso de transformar el modelo de transporte aéreo hacia uno más sostenible. Es un privilegio recorrer este camino junto a clientes que comparten nuestro compromiso con la lucha contra el cambio climático y la movilidad sostenible”.

Por su parte, Marco Sansavini, CEO de Vueling, ha subrayado que “el compromiso de Vueling con el medio ambiente es total. Formamos parte de IAG que ha sido el primer grupo de aerolíneas del mundo en comprometerse en octubre del 2019 a lograr cero emisiones de carbono netas a través de su programa Flight Path Net Zero. Esta colaboración con Cepsa refuerza el trabajo colectivo que debemos hacer todos juntos para buscar una solución viable y sostenible para el transporte aéreo tan importante para un país en el que el 80% de turistas lo hacen por aire”. 

Se trata de un acuerdo alineado con el conjunto de medidas Fit for 55 de la Comisión Europea, que incluye la iniciativa legislativa 'RefuelEU Aviation', cuyo objetivo es impulsar los biocombustibles de aviación en la Unión Europea, alcanzando un uso del 2% en 2025, del 5% en 2030 y del 63% en 2050. Asimismo, esta alianza apoya varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030: ODS 7 (garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna), ODS 8 (promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo digno), ODS 12 (garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles) y ODS 13 (adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos).

Este nuevo acuerdo con una aerolínea de referencia consolida el propósito de Cepsa, uno de los principales productores y suministradores de combustibles para la aviación del mercado español, de convertirse en un referente dentro del sector de las energías limpias y liderar la descarbonización del transporte aéreo. En el marco de su nuevo plan estratégico, Positive Motion, la compañía está desarrollando un ecosistema centrado en acelerar la descarbonización de los clientes industriales, el transporte aéreo y marítimo, así como de la propia compañía, mediante la producción de moléculas verdes, principalmente hidrógeno renovable y biocombustibles. Cepsa aspira a liderar en 2030 la fabricación de biocombustibles en España y Portugal, con una producción anual de 2,5 millones de toneladas, enfocándose especialmente en impulsar la sostenibilidad del tráfico aéreo, produciendo 800.000 toneladas anuales de SAF.

La compañía ha establecido una ambiciosa hoja de ruta para recortar sus emisiones, situándose entre las compañías referentes de su sector. En concreto, en 2030, reducirá sus emisiones de CO2 (alcance 1 y 2) en un 55% respecto a 2019 y aspira a ser neutra en carbono antes de 2050. En cuanto al alcance 3, la intensidad de carbono de sus productos se reducirá entre un 15 y un 20% en 2030. Cepsa quiere ir más allá del cero neto y alcanzar un impacto positivo, aportando valor en las comunidades donde está presente al permitir que sus clientes y otros grupos de interés avancen en la dirección correcta.

Por su parte, Vueling enmarca esta alianza dentro de su plan de sostenibilidad. La compañía desarrolla todas sus acciones en el marco del programa Flightpath Net Zero, mediante el cual se ha establecido el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas de CO2 en el año 2050. La aerolínea, como parte de IAG, comparte la visión de liderar la materia de sostenibilidad dentro del sector aéreo mundial. En concreto, IAG se ha convertido en el primer grupo de aerolíneas de Europa que se compromete a operar el 10% de sus vuelos con combustible de aviación sostenible en el año 2030.

Vueling cuenta con 25 Airbus 320 NEO, una nueva generación de aviones que reduce un 18% las emisiones de CO2 respecto al anterior modelo, A320ceo. Además, desde 2013, la compañía ha incorporado sharklets en el 78% de su flota, unos dispositivos aerodinámicos colocados en los extremos de las alas que reducen las emisiones un 4 %. Asimismo, la compañía desarrolla diferentes iniciativas para reducir su huella de carbono mediante la reducción del peso en las aeronaves. Desde 2019, ha sustituido todos los asientos de su flota por un nuevo modelo más ligero y en 2020 digitalizó toda la documentación de sus aviones. Estas medidas han logrado reducir el consumo de combustible en más de 13.000 toneladas al año, el equivalente a casi 40.000 toneladas de CO2.